Bien decían que el 2012 sería el fin, no del mundo, pero sí de una etapa.
Acabado estrepitósamente el instituto (¡por fin!) sigo adelante esperando primero, no volver a ver a nadie de allí, y segundo que me vaya mejor en el futuro, o por lo menos, que conozca a cualquiera que no me manipule.
Debo reconocer que este final me ha dejado hecha polvo, sola, taciturna, machacada... pero también quizás haya sido una liberación para poder por fin descubrirme a mí misma.
A quien lea esto, le doy un consejo. Si eres el tipo de persona propensa a dejar que los demás le hagan daño, Por mucho que quieras a alguien, sea amor o amistad ese alguien no tiene derecho a controlarte, meterse en tu vida de tal manera que tú, sin darte cuenta, repito, sin darte cuenta, pases a DEPENDER completamente de él/ella. Yo nunca me enteré hasta que algo en mí explotó y me dio de morros contra la realidad.
Y esa realidad era que como me había acostumbrado tanto a que eligieran por mi, a ser una mandada, incomprendida, guardarme todo lo que pienso, siento o me pasa dentro por miedo a la crítica destructiva o a la soledad... me había convertido en un títere. No podía ni definirme a mi misma e incluso, mis recuerdos se mezclaban con los que salía esa persona.
Sufrí, lloré hasta la saciedad, hasta que mis ojos decían: Nena, como sigas así nos ahogamos nosotros, tuve ataques de ansiedad, cambios muy bruscos de humor, estuve tan hundida que no sabía si llegaría a ver el sol del día siguiente, por supuesto. Sigo sufriendo cada vez que veo algo relacionado con el tema.
Hoy he visto fotos de hace tiempo y fotos del presente en las que salen. Y me he dado cuenta de que este cambio estaba fijado de antemano. No soy compatible con esas personas.
Se reafirma así otra de mis teorías: existen personas cercanas a nosotras que, se den cuenta o no (casi siempre se suelen dar cuenta pero está en su personalidad ser de esa manera) nos contaminan, son Tóxicas. Nosotros, a cambio nos damos por entero, las queremos, hacemos lo imposible por ellas, confiamos a ciegas, sordas, mudas, mancas...¿Por qué?
Esas personas tienen un algo que nos garantiza seguridad a nosotros, pobres inseguros e introvertidos. Parece que sí, que tenemos una vida, y que los problemas, los hechos, los propios pensamientos que te avisan de que algo ahí se está pudriendo lentamente... Son tonterías nuestras.
Cuando, sin previo aviso, simplemente las cosas van mal. Sin Motivo aparente y por culpa enteramente NUESTRA según ellos. Porque claro está, estas personas miran por sí mismas y no tienen ningún tipo de empatía . No les culpo. Serán felices así.
Pero nosotros, hemos de mandar a la mierda a esas personas que sí, que han pasado mucho tiempo con nosotros pero que ahora lo único que piensas al verle es todas las veces que te falló, y la balanza se rompe. ¿Cómo sacar el valor para ello si nunca hemos hecho nada por y para nosotros mismos? ¿Si nunca nos hemos atrevido a plantarles cara a los problemas de este tipo sino que, optábamos por callar, aguantar y esperar?
Sea como sea, nos atrevamos a hacerlo o no, esta relación contaminada termina.
Y, misterios de la vida, los que acabamos peor parados, amigos mios, seremos siempre nosotros. Siempre.
Ahora llegan las fases:
1- Post-guerra: te duele tanto esto y te duele tanto que encima no te dejen cicatrizar las heridas que no puedes llorar más. La única certeza que tienes es que como conocen tus debilidades, intentarán hacerte daño, y que cada día, más gente sabrá lo que según una única versión ha pasado y lo mal que lo has hecho. Y esa, es una de las peores torturas, que hablen de ti sin saber y que encima tú sepas que hablan, se rien y te insultan. Miradas asesinas varias.
2- Proceso de asimilación: Ahora estas relativamente SOLO. Te sientes como si no supieras nadar y te hubieran quitado el flotador y
soltado en medio del mar. ¿Qué hacemos, cómo empezamos otra vez y
principalmente, con quién?
3- Análisis sistemático-obsesivo-masoquista: ¿Por qué me ha pasado esto? Puedes estar minutos, horas,
días, semanas o incluso meses, analizando una situación, esperando a que
ocurra
algo. Intentando poner las piezas en su sitio, reconstruyendo lo que en
su día
se rompió, justificando lo que pasó, o lo que pudo pasar... O
simplemente
puedes dejar aquel destrozo en el suelo, y seguir adelante aunque
parezca que no te dejen rehacerte.
4 - Rechazo: No volverás a confiar de esa manera en nadie. No necesitas a nadie que un día te vuelva a hacer esto. No quieres ni salir a la calle por no encontrarte con X.
5- Intentar no pensar en ello, parece que la cosa se calma hasta que un buen día se reabre la caja de Pandora y se vuelve a empezar.
¿Hay solución posible?. Todavía ando buscándo.