Primera integrante del nuevo Club de los Corazones pisoteados

Te miro y ya no me veo reflejada en tus pupilas. Cuando me coges de la mano, siento que ya no encajan igual que dos piezas de un puzzle, cada uno es un rompecabezas distinto y lejano. Nuestros corazones ya no estan sincronizados y perdimos la simbiosis por el camino.

Tus amigos ya no me saludan. Tus sonrisas tampoco. Solo lo hacen los rumores, habladurías y la gente que quiere romper esto, que empezó siendo tan duro como un diamante en bruto, y ahora es tan frágil que la brisa más suave del viento de verano la llevaría lejos de aqui.

Con el paso de los días se amontonan momentos de dos desconocidos que intentan revivir algo que está agonizando...pero es en verdad uno solo el que intenta recuperarlo. 

Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas, para ayudarte como siempre. Pero...creo que sinceramente no te hace falta. Ya no sere tu linterna, ni tu brújula cuando te pierdas. Y por supuesto, ya no malgastaré noches enteras esperando un mensaje que me demuestre que aún sigues pensando en mi. Estoy harta de aprovechar la mínima oportunidad para verte, porque cuando lo hago, solo veo a otra persona con el mismo aspecto que tu mirándome incrédula por lo que estoy diciendo. 

Y me odio, maltrato e insulto a mi misma por pensar todo esto. Pero más me odio por saber que aún estoy tan enamorada de ti como el primer día.Y que a poco que me digas "quédate", pasare el resto de los días siguiendote como una drogadicta a su cocaína. Creo que estoy colgada por ti, y no se como salir. No hay un proyecto hombre contra el amor. 

¿Y como no ser adicta a ti? Contigo alcancé a tocar las nubes con la punta de los dedos. Contigo conocí el sabor de los besos más dulces del mundo. Contigo me reí hasta quedarme sin aire en los pulmones. Y contigo, me imaginé toda una vida juntos, que ahora es imposible modificar sin ti. 

Me has enseñado que el amor si que existe, con sus pros y contras. Y me has enseñado que los cuentos tontos de niñas que me contabas...acaban con que el príncipe se va con la bruja. Y yo como una tonta me crei todas las historias que prometías con tus caricias.

La verdad no se qué sientes realmente por mi. Mi corazón ha sido para ti una carga latente. Y las mentiras han sido las miles de agujas que se clavan en él. Hasta que llegue la última que le hará explotar.

Nuestra historia escrita con susurros al oído, se acaba con una lágrima.

He escrito 10853 veces "YA NO MÁS". Hasta que se me ha metido en la cabeza. Pero a veces el corazón tiene razones que la razón no entiende, y yo no entiendo Nada. Solo me quedo con la sensación de no tener aún nada claro.

Y me acuesto pensando en ya no más, pero sueño que la verdad que me debes desde hace tanto no es más que un Te quiero disfrazado de felicidad, que cuando se quita la máscara...Apareces tú pensando en que sólo fui para ti un recuerdo más.  Y que lejos estamos mejor.

Despierta soy plenamente consciente de que estoy perdiendo risas, tiempo y oportunidades por obligarte a permanecer conmigo. Obligarte a que me quieras de nuevo. Pero no puedo hacer otra cosa.

Querido desconocido:

Te ví ayer desde la ventana de mi habitación. Eran las 4 de la mañana y yo aun seguía medio llorando medio tiritando de la brisa fría que trae una madrugada cualquiera de verano.

Había tenido un mal día. Un día horrible no, lo siguiente. De esos que te preguntas ¿Por qué me he levantado de la cama, en vez de seguir apoyada en mi almohada, única cosa que no me hace daño? ¿Mi vida realmente es asi de autodestructiva?

Y mientras me hacia estas tontas preguntas, mientras me decía a mi misma lo desdichada que era para autoconsolarme, miraba al cielo. Y luego al suelo. Y luego al cielo otra vez, buscando la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer. Pero al no verla por ninguna parte, volví la vista abajo.

Toda la calle tranquila. Las personas con sus problemas y alegrias, más o menos grandes que las mias...durmiendo. No como yo. Melancólica de la vida, soñadora frustrada.

Y ahí, entre farolas medio fundidas y silencio, te ví. Ví que me observabas, y llevabas rato así, porque ya te habías sentado en el banco.

Dí un respingo e intenté esconderme. Por las rendijas de las persianas, mire como sacabas un gran cuaderno azul, y te ponías a escribir algo.

Mi cabeza, antes suicida, ahora imaginaba quién podrías ser y qué harías a esas horas por la calle.

Entonces, repentinamente arrancaste la hoja. Hiciste un rápido avión de papel y, tras varios intentos frustrados, lo conseguiste colar en mi ventana.

Antes de cogerlo, ya estaba sonriendo.

La segunda estrella a la derecha está en la otra dirección. Supongo que no la encontrabas con esos ojos tan empapados. Además, necesitas polvo de hada para llegar. Y las hadas viven con la risa de los niños. Sonrie, eres preciosa. 

Por dentro me invadió una mezcla de alegría, curiosidad y algo de miedo al creer que había adivinado que pasaba por mi cabeza. 

Cuando quise volver a mirar, ya te habías alejado demasiado, acompañado de un intermitente de luz de farolas y oscuridad.

Después gire la cabeza... Ví esa estrella, tan pequeñita que me entró la risa. A carcajada limpia. Me rei de lo curiosa que puede ser una aparente vida monótona, y de que a lo mejor, no veía lo bueno que tenía porque se empañaba con mis lágrimas simplonas.


Quería que lo supieras, desconocido Peter Pan.