De reojo, siento que alguien me esta mirando. No me puedo concentrar en la música del mp4. Y cuando voy a mirar a ese desconocido de mi lado que hace que pierda la concetración, el metro frena tan bruscamente que pierdo el equilibrio. Al empujón le sucede los típicos "perdón" "tranquila no pasa nada", y las sonrisas nerviosamente forzadas. Pero lo que ocurre despues no es forzado.
Es una mirada llena de curiosidad por parte de ambos... Y quien sabe, puede que el comienzo de un nuevo amanecer.Probablemente nunca lleguemos a enterarnos, pero a veces somos los artíficies de lo que sucede en la vida de alguien sea conocido o desconocido.
Que perdamos algo que otro encuentre. Una tarde en el mismo banco. Devolver el libro a la biblioteca para que otro lo lea.
O algo tan simple como un empujón sin motivo, un choque frontal en el vagón del metro con un desconocido.
Leí que no hay nada más bonito que lo que empieza por casualidad. Y que quien no espera lo inesperado, no lo descubrirá.
Así que yo del mundo me espero cualquier cosa, pero intentando no agobiarme porque no llegue ese empujón. Todavía espero febrilmente que llegué, pero mientras tanto tampoco le busco ni provoco. Sé que todos tendremos un empujón con esa persona que nos cambiará la vida por completo.
Porque simplemente, todo lo que necesitamos para ser felices... es que alguien nos necesite a nosotros.