Una noche sin estrellas. Una puerta entreabierta.
Una luna que espía la habitación con su mirada de plata.
Una luna que espía la habitación con su mirada de plata.
Un mirador con vistas a la Fontana di Trevi.
Un grifo goteando que nadie ha cerrado.
Un grifo goteando que nadie ha cerrado.
Una parcela de cielo en la tierra.
Una televisión desenchufada.
Una televisión desenchufada.
Un teléfono que lleva días descolgado. Un marco de fotos boca abajo.
Media botella de Vodka tirada en el suelo. Una bombilla fundida.
Media botella de Vodka tirada en el suelo. Una bombilla fundida.
Un libro abierto por la mitad. Un cuadro torcido en la pared.
Una cama que hace días nadie hace. Una Vela ya consumida
Una cama que hace días nadie hace. Una Vela ya consumida
Una ventana abierta de par en par.
Un billete con destino a París
Un reloj parado a las 4:03
Unas cortinas que bailan alegremente con el viento helado de febrero.
Un zapato rojo de tacón en la alfombra.
Un sujetador que cuelga de un antiguo candelabro
Un ramo de nomeolvides sin agua.
Unas flores azules marchitas que poco a poco van perdiendo sus pétalos.
Unos platos con restos de fresas con nata.
Un piano abierto. Partituras esparcidas por el suelo
Un Op. 9 nº 2 de Chopin sonando.
El olor de la ansiedad sobre la almohada
Y un corazón sentado en el pequeño sofá de la esquina.
Un corazón abandonado, perdido... que busca encontrarse
con los primeros rayos del amanecer...
Pero la luna caprichosa alarga la noche.
¿O será el reloj el que ha ralentizado tanto que
con los primeros rayos de Sol, el corazón tendrá arrugas?.
Retales de una noche pasada... que nadie sabe si fue real o inventada.
No puedo describirte. No puedo si quiera nombrarte.
Sólo sé que no tocaré nada, para siempre recordarte.
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